El estatuto de protección temporal para migrantes venezolanos ha sido celebrado por distintas instancias nacionales e internacionales, incluida la Iglesia colombiana, que ven en esta medida una manera de promover la cultura del encuentro.
De este mismo parecer Mauricio García, director del Servicio Jesuita en Colombia, y María Victoria Tenjo, responsable de proyectos de las hermanas Adoratrices en la frontera de Cúcuta, quienes califican de histórica esta reglamentación migratoria.
Sin embargo, han expresado algunas de sus preocupaciones para que del dicho al hecho no haya mucho trecho y no sea peor el remedio que la enfermedad.
Lo que no se debe perder de vista
El sacerdote Mauricio García lleva años al frente del Servicio Jesuita a Refugiados en Colombia. Reconoce que la medida “es sugerente, porque se podrán regularizar al menos 1.000.000 de venezolanos” con lo que se puede garantizar sus derechos.
“Sin embargo yo tengo una preocupación. Con anteriores medidas como sucedió con distintos PEP (permisos especiales de permanencia) se establecieron algunos requisitos que dejaron excluidos a algunos migrantes más vulnerables por no cumplirlos”, plantea.
El jesuita se pregunta qué pasará con quienes tengan dificultades para gestionar su pasaporte, pues “hoy en Venezuela tener una identificación es casi imposible” y, en efecto, Juan Francisco Espinosa, director de Migración, aseguró que la medida ampara solo a quienes ingresen por pasos oficiales y “no por trochas”.
Precisó: “Los que no tienen pasaporte, optan por esos pasos ilegales para escapar de la crisis”. Además García también acota que la norma establece amparar a quiénes ingresaron irregularmente hasta el 31 de enero de 2021, presentando una evidencia que los acredite como tales, pero “quiénes no tengan forma de demostrarlo, ¿qué pasará?”.
Permitirá mayor integración
María Victoria Tenjo acompaña las iniciativas de las Adoratrices en la frontera de Cúcuta, la más movida entre los dos países. Acompaña en sus cuitas a los caminantes, conoce de primera manos los dolores de pies y alma de miles de venezolanos.
“Celebro mucho esto que el Presidente de Colombia, Iván Duque, hizo con Acnur (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados), porque realmente la situación de gran parte de venezolanos en nuestro país no ha podido regularizar su situación”, ha dicho.
La religiosa es optimista, considera que la migración segura permitirá integrar a los migrantes la vida productiva y tributaria del país, bajará los índices de xenofobia y además contribuirá a bajar las cifras de criminalidad, porque la irregularidad “fomenta a las redes ilegales de trata y explotación sexual”.
Foto: El Nacional